Dragado del Canal Martín García, funcionamiento y operativa de una obra estratégica de largo aliento

El proyecto binacional involucra estudios, mediciones, múltiples operaciones y coordinaciones interinstitucionales entre ambas márgenes del Río de la Plata para la ejecución de la obra.

Cuando se llegue en los próximos meses a 34 pies en el Canal Martín García, se obtendrá para los cinco (5) años con opción a renovación por igual periodo, un canal que asegura la navegabilidad de buques de mayor calado, potenciando así el comercio de la región. El Canal Martin García se localiza en aguas de uso común del Río de la Plata y se extiende desde el Kilómetro 0 del Río Uruguay hasta su encuentro con el Canal de Acceso al Puerto de Buenos Aires.

Las obras a ser desarrolladas en el correr de este año, han sido de largo anhelo para ambos países, que incluyen el dragado de profundización, balizamiento y posterior mantenimiento del Martín García. En el marco de la etapa de profundización, se han realizado tareas de relevamiento inicial de obras, el diseño del canal previsto y relevamientos sísmicos. Así mismo, las tareas de dragado en fondos blandos se desarrollan a buen ritmo y se ha dado inicio a la operativa de perforación y remoción de fondos duros, actividad que involucra una mayor complejidad, logística y coordinaciones interinstitucionales.

Las operaciones de dragado

Como se mencionó, los procesos involucrados en la operativa de dragado son de profundización/apertura y su mantenimiento. La primera conlleva una excavación subacuática que se realiza para profundizar los tramos que se encuentran en condiciones poco alteradas, o naturales. Con el dragado de apertura, entonces, se realizarán entre otras actividades, el ensanche del canal entre los km 57.4 y 60.4 donde se prevé una nueva zona de cruce y espera.

Dentro de esta etapa los procesos involucrados son tanto el dragado de suelos blandos y de suelos duros, como el relevamiento de control. Las actividades en fondo blando consisten en dragado de succión y su vaciado/vertido; y en fondos duros, perforación, dragado de material disgregado, almacenamiento y su vertido en áreas previamente destinadas para estos fines.

Fracturación y fragmentación del suelo rocoso

Es necesario la aplicación de disgregación de suelos duros a través de la perforación del lecho rocoso, para extraerse más de 9.000 m3 de roca. Durante este proceso de perforaciones se implementarán medidas adicionales de seguridad delimitando una zona de exclusión para la navegación de todo tipo de embarcación. Se controlará la presencia de fauna acuática mediante avistajes y utilizando dispositivos de disuasión acústica. A su vez, el monitoreo de las operaciones de fragmentación se efectuará mediante la utilización de sismógrafos.

Equipamiento y maquinaria

La mayor parte del material a dragar es una mezcla de limos y arena, que será efectuado sin mayor inconveniente mediante dragas hidráulicas de succión por arrastre. En cuanto al dragado de los sectores donde se encuentran arcillas duras, el trabajo se realizará con equipos de draga retroexcavadora y equipos mecánicos estacionarios montados sobre un pontón para perforación; un remolcador para almacenamiento y transporte del material hasta la zona de vertido.

A su vez, se utilizarán en diferentes momentos, lanchas para el transporte de la tripulación desde y hacia el puerto de recalada, embarcaciones de apoyo, lancha de relevamiento para campañas de control.

Por último, la posterior etapa de dragado de mantenimiento, implica la excavación subacuática destinada a tareas de extracción de material que deja de ser transportados por las corrientes y se deposita en los lechos del canal, y disminuye así la profundidad disponible.

Coordinaciones en el régimen de navegación para garantizar el tráfico seguro en el canal

Se adecuarán las operaciones para asegurar el cruce y franqueo seguro de otras embarcaciones que naveguen el Canal mientras se lleven a cabo las operaciones de dragado. Se busca así, minimizar las interferencias al tráfico comercial en el marco de la ejecución de las obras y la optimización de las medidas preventivas pertinentes.

Cuando se finalice la etapa de profundización, la obras en el Martín García se habrán ocupado a cerca de un centenar de personas de forma directa. A su vez, la administración del Canal mantiene en su estación de Colonia y Conchilla 25 personas de forma permanente que habilitan el funcionamiento del Canal.