A 200 años del primer izamiento de la bandera argentina en Malvinas

El 6 de noviembre de 2020 marca un significativo aniversario en la larga disputa de soberanía sobre la cuestión Malvinas: en esa fecha se cumplen doscientos años de la toma de posesión de las Islas Malvinas por parte de David Jewett, quien izó ese día por primera vez la bandera argentina en las islas.

Al momento de la Revolución de Mayo, las Malvinas se encontraban bajo el pleno ejercicio de soberanía por parte de autoridades españolas, con posesión exclusiva, efectiva, ininterrumpida y no contestada por Gran Bretaña ni por otra potencia. Estos derechos de soberanía pasaron a la Argentina, Estado sucesor de España.

Con el cese de la presencia española en las islas, éstas no permanecieron vacías u olvidadas. Se desarrollaba una fluida circulación de bienes, capitales y personas gracias a los recursos naturales que poseía: lobos y elefantes marinos, ballenas y ganado cimarrón. Buques británicos, estadounidenses, franceses y argentinos los explotaban y utilizaban las costas continentales y las islas como estaciones de recalado, cacería y faenado. Desde 1813, entonces, las autoridades de Buenos Aires otorgaron permisos de pesca, y dictaron disposiciones para evitar la depredación de los recursos y controlaron la instalación de establecimientos. Es en este marco que el izamiento de la bandera nacional y la presencia en Malvinas en 1820 de David Jewett, marino estadounidense al servicio de la Armada argentina, cobra toda su dimensión.

En enero de 1820, el Director Supremo de las Provincias Unidas, José Rondeau, nombró, “Coronel del ejército al servicio de la marina” a Jewett, quien zarpó el 20 de enero al mando de la fragata Heroína. En octubre de ese año alcanzó Puerto Soledad, donde encontró embarcaciones de distintas banderas que recalaban temporalmente allí.

El 2 de noviembre Jewett, informó a los otros capitanes que había sido comisionado por el Gobierno de las Provincias Unidas para tomar posesión del archipiélago. Comunicó también que procuraría evitar la destrucción de los recursos isleños. El 6 de noviembre de 1820 se realizó la ceremonia de toma de posesión de las Islas Malvinas. Según el relato de testigos, Jewett, en nombre del Gobierno de Buenos Aires, izó la bandera argentina, leyó una proclama y disparó una salva de 21 cañonazos.

Tres días más tarde entregó una circular dando cuenta de la toma de posesión de las Malvinas en nombre del Supremo Gobierno de las Provincias Unidas y de su voluntad de actuar con justicia y hospitalidad para con los extranjeros. La circular tuvo gran difusión en la prensa internacional. El 3 de agosto, “The Times” publicó en Gran Bretaña un artículo en el que lo presentaba como un acto de soberanía y en noviembre lo haría “El Argos de Buenos Ayres”.

Jewett permaneció en las Islas ejerciendo su autoridad hasta febrero de 1821, cuando, a pedido suyo, las autoridades porteñas lo relevaron.

La solemne toma de posesión de las Malvinas fue una manifestación, de carácter oficial y público, del efectivo ejercicio de la soberanía argentina, heredada de España, que tuvo amplia difusión y no fue contestada por Gran Bretaña (que tampoco la objetó en 1825, cuando firmó con las Provincias Unidas del Río de la Plata el Acuerdo de Amistad, Comercio y Navegación) ni por ninguna otra potencia. Fue un eslabón fundamental en la cadena de medidas que, desde inicios del Gobierno patrio hasta la expulsión de las autoridades argentinas de Puerto Soledad en enero de 1833, evidencian la continuidad de la ocupación efectiva de las Malvinas y del ejercicio de soberanía por el naciente Estado argentino.

Esta usurpación, realizada en tiempos de paz sin mediar declaración de guerra, nunca fue consentida por Argentina. Durante los 187 años siguientes, los gobiernos argentinos han reclamado permanentemente la restitución del ejercicio pleno de soberanía sobre las Islas.

En ese reclamo, el apoyo de la comunidad internacional ha sido fundamental. Al pronunciamiento unánime y temprano de los países latinoamericanos en favor de la posición argentina, se fue sumando luego el de otros grupos regionales en distintos foros multilaterales. Ese apoyo posibilitó adoptar en la Organización de Naciones Unidas diferentes resoluciones relacionadas directa o indirectamente con la Cuestión Malvinas, entendida como la disputa de soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes.

FELIPE SOLÁ
CANCILLER DE ARGENTINA